17 feb 2016

Jose Naveiras García

Poeta en pleno acto de declamación.
Valladolid en invierno
 

Laura Fraile

Laura Fraile, periodista, y un amor vallisoletano, entre la mirada de Burtynsky.


Vinalia Trippers

Vinalia Trippers
20 años  y 14 números. Próximamente Helter Skelter- Santa Sangre N 14
Magnífica portada de Toño Benavides

Encuentro de poetas Zoográficos en Valladolid




Zoe

Peque Zoe ya no es tan peque...


Creps, hamburguesas, la feria y el Tizón




- Bueno, hoy es domingo, ¿ qué queréis de desayuno especial ?
-¡ Creps ! ¡ Creps !
- De acuerdo os hago creps.
- Y los queremos comer con Susu al lado. Me encantan los desayunos especiales de domingo, mamá, los creps, también me gustan mucho las tortas circulares
- ¿Sabrías hacerlas?
- ¿ Las tortitas americanas ? Sí, igual pero añadiendo un poco de aceite, levadura... vamos allá.
- Yo quiero ayudar.
- A ver este ayudante mío, venga, vas a hacer lo más difícil, traer los huevos, lavarlos y cascarlos en este bol.
- Guay, ¡ lo de los huevos ! ¡Lo mejor! Es muy molón cascar huevos, mamá, me gusta muchísimo.
- Despacio, intenta ir despacio en la cocina. ¿ Sabes qué es lo más importante ?
- No, ¿ qué ?
- Pues que no tengas ningún accidente, eso es lo principal. En la cocina se trabaja con cuchillos, tijeras, te subes a sitios para coger botes que están altos, hay muchos tarros de cristal que se pueden romper y caerte en un pie, fuego, mucho calor en el horno.
En las cocinas grandes, donde se trabaja con más gente, también hay cámaras frigoríficas donde entras, dentro.
- ¿ Qué ? ¿ Tú has entrado dentro de un frigorífico? ¿ Y no te congelaste ? Qué molón.
- No es tanto frío. Y no te quedas ahí todo el día...
Como una habitación con estantes, una luz tenue, y a veces hay varias cámaras con cosas distintas.
La abuela tuvo muchos accidentes cuando tenían el Tizón, iba un poco deprisa a veces, había mucho trabajo, quería que todo el mundo tuviera lo que pedía, bien y rápido y se quemó muchísimas veces la piel, se hizo heridas en los dedos con cuchillos... una vez, cortando una gran merluza se le cayó el hacha en un pie y le hizo una gran herida.
Por eso hay que llevar siempre en los pies zapatillas, o zuecos, para evitar accidentes, ¿Entiendes ?
Así que mi querido Nicolás, baja tu culito de la tabla de cortar y súbete al banco, vamos por esas tortitas.
- Es que me gusta estar aquí arriba, viendo muy de cerca lo que pasa en el fuego... y también al lado de la ventana.
- Me ha venido una visión del abuelo en la barra del bar despachando vinos y cortos y tapas y raciones, y cobrando y limpiando una vez tras otra la barra, y rellenando las cámaras, y esquivando gotas de aceite de los jamones que colgaban del techo, y cafés, y chistes, muchos chistes, y ponía música siempre, en cartuchos y en casete, y cortaba jamón, el abuelo ...cortaba jamón con la mano izquierda, y metía cientos de veces una cestita en el lavavajillas llena de vasos y copas, una y otra vez, una y otra vez, muchos años, mucha gente. Lo hicieron muy bien en mi opinión, ¿ sabes ? Fueron cambiando con los tiempos, y siempre con muy buena calidad, y buen ambiente. Treinta y cinco años al pie del cañón. Es fácil decirlo, eh... pero hay que hacerlo. Tú sólo tienes cinco y te faltan los treinta... y aquellas gambas a la plancha buenísimas, y lacón, y los montados de lomo con pimientos rojos, y fue el primero que empezó a hacer en León hamburguesas estupendas. Todos los días, muchos bollos.
Recuerdo al panadero, Cartujo, y aquellos sacos de pan que traía cada día para hacer hamburguesas y perritos, venía cojeando con su furgoneta de reparto, enharinado siempre y muy simpático.
- ¿ El abuelo sabría hacer las cangre-burger de Calamardo ?
- No sé. Hay que preguntarle a ver si sabe él la receta secreta. Jaja.
- Pregúntale a los abuelos, ya verás cómo te cuentan muchas cosas, y antes del Tizón, tuvieron un bar que se llamaba la Estrella.
No era un bar normal, ¿ Sabes ? Era un bar que hizo el abuelo con sus manos , y se desmontaba, lo ponían en un furgón y se lo llevaban a otra ciudad en fiestas.
Yo nací ahí, cuando los abuelos aún eran feriantes. Y mis abuelos también estaban en la feria, y tenían una grandísima caravana con habitaciones dentro y cocinita. Por aquel tiempo la feria era algo distinto a lo que es ahora. Antes era más una gran familia, todos se conocían, se reunían, se respetaban, luego las cosas cambiaron, a peor.
Increíbles historias, ya te contaré. Yo tenía bolsas de fichas para montar en todas partes, en todas las atracciones, lío, música, libertad, gente, movimiento, tiovivos y cadenas, los hermanos Tonetty, las hermanas Gordini, los laberintos de espejos, las serpientes, el circo, el carrusel de cadenas, el baby de los abuelos y la caseta de tiro... los enormes algodones rosas, las manzanas de caramelo, las casas del terror...
- ¿ Las casas del terror ? ¡Cuéntame de eso !

Si te drogas, te mueres antes.


- Esta semana vamos a presentar un disco en el que cantan en castellano. El autor es Enrique Jiménez, Kike, y hace una adaptación libre de un poema de Baudelaire de Las Flores del Mal.
Se titula Las viejecitas. A ver si os gusta.
- Sí me gusta... mamá, ¿ qué quiere decir eso de "su hijo con la maldita aguja" ?
- Se refiere a droga. Que el hijo se drogaba.
- Mamá... ¿ qué es drogarse ?
- Lo veía venir... es tomar alguna sustancia que enturbia un poco la mente, que te lleva a otro estado que no es muy real, otra percepción de la realidad, como si abrieras otra puerta por dentro.
Pero no es muy buena idea, luego te haces dependiente en muchos casos.
- ¿ Qué es dependiente ?
- Pues que necesitas eso para estar bien. Y cada vez el cuerpo te pide más. Es mejor no meterse en ese lío. El tabaco, el café, las pastillas de sube y baja para dormir y despertar de venta en farmacias, el alcohol que venden en los bares, en las tiendas... son drogas legales, que crean también dependencia, y hay otras que no son legales como las sustancias químicas y algunas plantas, que tienen muchas propiedades curativas, terapéuticas, pero están prohibidas, ya sabes, las leyes.
- Tú mamá, ¿ te has drogado alguna vez ?
- Bueno, pues, sí. Algún cigarro...
- Si te comes un cigarro... ¿ es droga ?
- Pues sí... El tabaco hace mucho daño, cariño, a la larga, los pulmones se ponen negros.
- Yo sé que si te drogas te mueres antes y te entra el cáncer y luego tienes que tomar muchísima Vitamina C y mucho ácido fólico y ácido lipoico, del que pone papá.
- Bueno... tienes más papeletas sí. Es mejor dedicarse a otras cosas, deporte, naturaleza, estudio, cualquiera de las artes... música, literatura, cine... no sé, hay miles de cosas que se pueden hacer. Siempre va a estar eso ahí, cerca, y siempre va a haber gente que tome sustancias alrededor. Por esto hay que tener las cosas un poco claras y una mente fuerte. Como la vuestra. Ya hablaremos más.
- ¿ Sabes ? De las cosas que más me gusta de postre es natillas o chocolate blanco, y las magdalenas de chocolate de la abuela, y la tarta que haces de galletas con flan y chocolate, y los yogures que se beben ¿ y a ti, Nicolás ?
- A mí , el cola-cao y el arroz con leche de la abuela, y también las magdalenas de chocolate, y los pistachos forrados de chocolate, y los escalofríos que me compró una vez Blanca.
Blanca me gusta mucho, de todas tus amigas, es la que más me gusta. Una vez, que tú estabas leyendo en Elektra y no podías atendernos, nos compró una bolsa de pica-pica que tenía un zombie con un hueso en la mano que mataba un escarabajo, y dentro había huesitos y una vez se pasó muchísimo y me compró una cosa de mayores... como unas pastillitas rodeadas de chocolate. Estaban buenísimas, ¿ a que sí Martín ?
- El dulce... también es adictivo. Te da mucha energía y luego te la quita. Pero os gusta, ya lo sé. Y además machaca los dientes... y también hace daño a los ojitos, y luego tenéis que poneros gafas.
- Nosotros no comemos mucho dulce, nunca comemos chuches de kiosko...
- Bueno, está bien.
- ¿ Sabes, mamá ?
- No, dime.
- A una niña del colegio se le murió el padre y la madre cogió otro padre.
Nos lo contó hoy al final de la clase.

Se escapa el gato detrás de la iglesia.

Cripple creek. M. Lanegan

10 feb 2016

Yo no tengo caballo

- Mamá... dame un besín aquí, me he dado un golpe muy fuerte y me duele mucho.
- A ver, ¿ dónde ? Ya veo, está un poco colorado, ¿ te duele mucho ? Yo te lo voy a quitar, cierra los ojitos y respira más despacio.
¿ Notas el calor de mi mano ?
- Sí. Pero me duele...
- Ya... mira, mi mano, no sólo lleva calor, lleva también todo mi cariño y mi intención para que se cure tu dolor. Dámelo, dame tu dolor. Ves, ya casi no duele.
- Duele menos, pero todavía, eh...
- La intención es muy poderosa, mi vida. La intención es como querer algo muy fuerte y poner en ello toda tu energía, y utilizas tu respiración como si fuera un vehículo para llevar ese calor, esa calma, o ese movimiento... allí donde tú quieras, algo bueno a tu cuerpo, ¿entiendes ?
Pensamiento, intención, respiración, calor.
- Sí, ya casi no me duele. Yo me lo imagino como un calor en un trenecito.
- Más o menos, sí.
- Yo quiero que me compres otro Lego, siento como mucha excitación cuando tengo un paquete nuevo y lo abro, y hay una nueva construcción. ¿ Te pongo carita ?
- No me pongas carita y ojitos que me deshaces, bribón, y lo sabes.
- Hace mucho que no me compras nada.
- Pero si tienes cientos de piezas, ¡ Miles ! Incluso tienes juguetes sin abrir desde Navidad. Es demasiado.
- Sí, Papá Noel se pasó este año...
- ¿Sabes lo que dicen los indios ?
- No.
-Pues los indios dicen que no debes acumular más pertenencias que las que puedas cargar sobre tu caballo.
- Yo no tengo caballo.
- Lo sé, tienes que interpretar un poco lo que te digo.
Los indios americanos no tenían coches, eran un pueblo muy sabio, y estaban muy en contacto con la Naturaleza, con la Madre Tierra. Esto es algo que nosotros hemos perdido, siempre entre el hormigón y el asfalto... A veces tenían que salir corriendo a lomos de sus caballos, con sus familias, porque venían otros a atacarles, y no podían tener muchas cosas, ¿comprendes ?
Así, sin muchas pertenencias, se vive más ligero.
- Pues tú tienes muchísimas cosas, la panera está llenísima, y el pajar también, y muchos libros, y todos esos discos, y todas esas cajitas, y zapatos, y...
- Lo sé, cariño, tengo que deshacerme de muchas cosas para avanzar, está claro. Soy una persona que le gusta acumular, lo reconozco, pero por esto mismo te lo digo a ti.
Es una pesada carga, y no podría, ni muchísimo menos cargarlo a lomos de mi caballo...
- Mamá, ¿ sabes una cosa ?
- No, dime.
- No se puede parar de pensar cosas, todo el tiempo en la cabeza estoy pensando cosas, y lo que queda de los pensamientos del día, es lo que se va a mis sueños por la noche.
- Pues sí, seguro que es así. Creo que ya hemos hablado de esto...
- Ayer estuve pensando en que quería tener un conejito. Una mascota conejo, ¿ sabes ?
- Sí, a mí también me encantaría tener un conejito. Nunca he tenido. ¿ Se llevaría bien con Susu ?
- Seguro que sí. Susu es muy amigo de todos. Pero se escaparía, hay que cerrar las rendijas del portón.
- Sí.
- Pues esta noche, soñé con un conejito blanco, pequeño y precioso. Era muy muy suave, y tenía unos ojitos como azules. Quiero uno como el de mi sueño.
- Cuando quieras algo, tienes que desearlo muy fuerte. Mucho, y seguir queriéndolo cuando pasen los días... y si continúa... pues se cumple.

Una ventana al mar.

The summer wind- M. Peyroux
 

La Tierra Pura en Valladolid

Este próximo sábado estaré en Valladolid presentando el poemario La Tierra Pura, en muy buena compañía.
 

Tobías no respeta

- Mamá... ¿ sabes una cosa ?
- Pues no...
- El otro día salimos todos los niños al parque de Santibáñez y
¿ sabes lo que pasó ?
- No, dime.
- Pues que vimos un gato muerto, y le vimos el cráneo, y el esqueleto. Todo por dentro. Y un niño quería pisarle la cabeza.
- Vaya... pobre gato, qué le ocurriría... Pero ¿ por qué un niño quería pisarle, encima de que ya estaba muerto, qué mala intención, no ?
- Sí, y le pisó. No respeta...
- ¿ Pero, quién fue ?
- Fue Tobías. Su cabeza parece un melocotón. Es un poco bruto, sí, está siempre colorado.
- Hay que intentar respetar a todo ser vivo... pero si el pobre gatito encima está muerto, me parece horrible ir a aplastarle, ni siquiera se podía defender. ¿ Qué sentido tiene ?
La vida es un tesoro, un regalo, y no tenemos derecho a quitarle ese regalo a nadie, entendéis, los niños muchas veces son un poco malotes con los animales, tenéis que tener cuidado de no imitar a nadie que haga daño. Lo que hagas a otra persona y lo que digas de otro es como un espejo de lo que hay dentro de ti.
- Y si le digo a Tobías que es tonto es que por dentro... ¿ yo soy tonto? Yo no soy tonto, mamá.
- Muchas veces los niños por hacerse los valientes, o por ser aceptados en un grupo... hacen cosas que no son correctas.
¿ Entendéis ?
- Sí, sí.
- Vosotros siempre pensando cerquita del corazón. Si no está bien, vuestro corazón os lo va a decir... Respetar la vida, ahimsa, ¿os acordáis ? No violencia.
- Sí sí, nosotros no hicimos nada al gato. Nos daba penina. Fue Tobías, que no respeta. Ahimsa, ahimsa...
- Ok. Vamos a preparar algo de cena, anda...
- Mamá.
- ¿ Qué ?
- ¿ Tú crees que ese gatín se fue a morir él solo como en esa historia que nos contabas de los elefantes ? En la que se iban solos a un cementerio para elefantes cuando eran muy viejos y se despedían, y estaba todo lleno de colmillos grandes y enormes costillas y coxis...
- No lo creo cariño. Supongo que tuviera un accidente, un atropello de coche, un perro, una pelea... no lo sé, en los pueblos, los gatitos están libres, van por encima de los tejados entre los tapiales medio derruidos, por las praderas... y a veces se meten en líos, y los perros los corren, y a veces los pillan y los cepillan.
Ya os he contado cómo vi una vez a unos perros cargarse a uno de mis preciosos gatitos hace mucho. Había caído una gran nevada, el gatito venía siempre conmigo de paseo y con Paco, el perro gos d´atura. Habia tal nevada, que Ringo, el gatito, no pudo escapar, y lo trincaron. Muy triste. Luego le enterramos.
- Pobre Ringo, qué penina. Mamá...
- Dime
- ¿ A los gatos se les caen también los dientes ?
- Yo creo que no, nunca he visto a un gato sin un diente la verdad.
- Es que si le cae hay que estar muy atentos para meterlo en una bolsita y que Pérez le traiga algo...
- Está bien, si veo un colmillo por ahí te lo digo. Por cierto, una estudiante del centro, Sara, me ha traído para vosotros un regalo precioso. Dos bolsitas con forma de Pérez, muy bonitas, que tienen un bolsillito para que pongas dentro el diente cuando se te caiga. Cuando vayáis por el centro os lo doy. Son una monada.
- A mí me toca ir este jueves.
Tengo muchísimo hambre. ¿ Puedes hacer acelgas al vapor y patatas de bar ?
- Claro, allá voy.
- Gracias mamá te quiero mucho.

La Ley


- Mamá
- Qué cariño...
- Tú... ¿ Has infringido alguna vez la ley ?
- Pues... déjame pensar... sí. Yo creo que sí. Alguna vez...
- ¿ Sí ? ¿ Cuál ?
- Pues por ejemplo saltarme un semáforo en rojo.
- ¿ Te has saltado alguna vez un semáforo en rojo ?
- Sí, alguna vez, y también he aparcado en un estacionamiento para inválidos, y también he entrado por dirección prohibida.
- Te van a pegar una multa, mamá.
- Sí... es verdad. Intentaré no infringir la ley más. A veces es difícil.
Sabes, las leyes están muy bien para regular, para organizar, pero a veces no son muy justas, y no son las mismas para todo el mundo. Y no me refiero sólo a las de tráfico...Eso me enfada mucho.
- No te enfades mamá. Violencia engendra violencia.
- Jajaja, es verdad. No me enfado, pero ¡ me encabrita!
- ¿ Qué es encabritar ? ¿ Como subirte a un cabrito ?
- No exactamente cariño... es como sinónimo de enfadarse, pero sin llegar a la violencia.
- Ah vale. Yo también me encabrito muchas veces con Nicolás
- Ya lo sé, ya... juntos os estáis todo el día picando y al mismo tiempo sois inseparables. Es estupendo tener un amiguito siempre al lado eh... en el cole, en casa, con los abuelos, en el coche...
Esta semana en el Centro de yoga estamos viendo Ahimsa con los estudiantes. El Yoga se asienta sobre unas bases, ¿ sabes ? los yamas y los niyamas. Antes de hacer posturitas y acrobacias y ejercicios de respiración... hay que pasar por estas bases, como normas de comportamiento universal, ética, y no deberíamos infringir estas leyes. Esas sí que son leyes de verdad
- Y qué significa Ahimsa.
- Quiere decir no- violencia. Fíjate. Lo primero de todo, antes de nada. No agresión. Y luego sathya, decir la verdad, asteya, la honestidad y más...
- Mamá
- Dime... pero...¿ Entiendes lo que te digo, ratón ?
- Sí, sí... sabes.. este momento de entrar en la camita y coger tu calorín de las piernas es lo que más me gusta del día. Estás muy suave. "Soy del club mamá"
- ¿ Te he dicho hoy que te quiero ?
- No.
- Pues te quiero, es más, te adoro tiernito y lleno de vida.

5 feb 2016

Azafatas del aire

 


Ya son las doce. Medio día.
Ha pasado media mañana. Qué bien se está en casa. Suave y tranquila, menos mal, me encantan estas largas horas que van transcurriendo entre ventanales, el patio, la iglesia y la calle, fogones, algunos ratos de silencio,..lecturas y música , salidas y entradas al exterior y al interior, pájaros que suben y bajan y cruzan el ventanal del patio, y se apoyan en las ramas de la higuera, del peral, del tejado de la iglesia, de la valla, comiendo el pan que les echamos para que vengan, para que les veamos, ver la vida bullendo y en movimiento, sin tráfico ni comercio ninguno alrededor. Chet Baker, lleva toda la mañana acompañándome, meciéndome, y el gato, Susu, con su ronroneo, y sus peticiones y sus caprichos. Cómo me gustan los gatos. Cómo me engatusan con sus ojos golosinos.... Hay entendimiento. Desde hace mucho tiempo me visualizo a mí misma, de vieja, con gatos alrededor. Yo sola. Y tan a gusto.
Están a punto de llegar, llega el ruido, el revuelo, las risas y los gritos, la vida bullendo alrededor.
- Hola mamá, ¿ qué estás haciendo ?
- Hola amores, besos y achuchones primero... estoy aquí tranquila, con mis cosas, ya sabes.
- ¿ Has estado con Susu toda la mañana ?
- Sí, aquí ha estado pegadito a mí. Tan ricamente en amor, silencio y compañía.
- Me gusta mucho este gatín, su culito, su cola, y su manera de decir miuu, miuuuu, es adorable.
- Tú sí que eres adorable. La mañana ha sido deliciosa y muy productiva. Me he puesto al día en unas cuantas cosas y me ha dado tiempo a una buena práctica. Me siento muy bien. Adoro las largas mañanas de invierno con sol en esta casa. Madrugar y alargar...
- Mamá, me acabo de reír de una desgracia ajena, jajaja,
- Pero ¿qué dices ?
- Sí, a Susu se le pegó en la boca una de esas barritas de comida para gatos y no podía quitársela, y a mí me daba mucha risa.
- Ya sabes que no hay que reírse de las desgracias de los demás. Tenemos que ser más compasivos. Todos.
- Oye mamá...
- Dime
- Tú, ¿cuando eras pequeña qué querías ser ?
- Jajaja, yo... durante una larga temporada quería ser azafata de vuelo.
Era lo que quería ser. Recuerdo que con diez años más o menos...
escribí a una agencia de azafatas para recibir información. A las pocas semanas, cuando ya casi había olvidado aquella carta, un hombre llamó a la puerta de casa, una tarde. Mi padre abrió la puerta, le dejó pasar, y recuerdo que empezó a sacar carpetas e información sobre los requisitos y estudios que yo debería llevar a cabo para ser azafata de vuelo, jajaja, no se me olvida, mis padres casi me matan, que cómo se me ocurría... que era muy pequeña... que por qué mandaba un señor a casa... El abuelo siempre era muy temeroso de la gente que entraba en casa.
- Pues no sé por qué te riñeron...
- Ya... por aquel tiempo que era 1978... yo estaba entusiasmada con una serie Flying High, Azafatas de vuelo, tres chicas americanas azafatas, en especial me encantaba Connie Selleca. Recuerdo la sintonía de la serie, una orquesta con muchos vientos... Ya ha pasado mucho tiempo desde aquello.
Después quise ser pintora, y gimnasta, y bailarina, traductora... y yo que sé, muchas cosas. Tú también vas a cambiar... ya ves, hace poco tiempo queríais poner una ferretería y ahora queréis ser inventores...
Hay que hacer caso al corazón. Encontrar ese don que todos llevamos dentro, escuchar, hacerle caso y luego perseverar.

Recuerdo cuando entré en aquel centro de yoga, con ventanales a Ordoño II, a aquella clase con Chus, mi primera profe, vi algo en sus ojos, sentí algo muy fuerte. Ese día decidí dejar todo atrás y dedicarme al yoga. Pero no dije nada a nadie, ¿ entiendes ?
Me pasé tres años empapándome, practicando... y después todo llegó, cursos de formación, viajes, nuevos amigos y colegas, dejé mi trabajo anterior y todo fue encaminado a esto.
El yoga se convirtió en pasión y profesión. Ya hace diecisiete años de todo esto. Y no me arrepiento ni de un solo día. Estoy contenta con mi trabajo, con mi familia, con mi vida.
Tú también encontrarás tu camino, seguro, pero antes verás muchas cosas durante el recorrido
- Mamá
- Dime
- ¿ Me pones un capítulo ?
- ¿ De qué ?
- ¡ Pues de las azafatas del aire ! De lo que estamos hablando, de esa chica que te gustaba tanto...

El frío y la niebla al amanecer.













Almost Blue- Chet, siempre Chet. Siempre.

Los homúnculos

- Hola mamá. Qué te pasa.
- Estoy un poco triste. Me enfadé con tu hermano, y él se enfadó conmigo y no supe hacerlo bien. Sabes, no es fácil ser mamá, igual que no es nada fácil, tampoco, ser un niño. Muchas veces dudas de que las cosas estén bien hechas, otras veces no tengo la capacidad, o el buen entendimiento, o la comprensión, o la compasión... no sé, cariño.
A veces las cosas se oscurecen un poco. Es como si estuviéramos en una línea más o menos siempre, pero a veces vamos por debajo de ella, o por encima, ¿ sabes ? y hay un espacio de tiempo entre la bajada y el volver a la línea horizontal. Un lapso necesario para poder darte cuenta, analizar, aprender algo, al fin y al cabo. ¿ Entiendes ? No siempre es todo lineal. Tanto por arriba como por debajo
- ¿ Estás enfadada ?
- No. No estoy enfadada, ya se me pasó el enfado, lo que tengo es como ese poso que queda en el carácter, como un sedimento después del enfado, aquí, en entre las costillas.
¿ Tú crees que tu hermano también estará aún con ese poso dentro - No. Seguro que él no se acuerda.
- Ah. ¿ Tú crees que él ya lo olvidó ?
- No estés triste mamá. Pasa la página.
- Tienes razón.
- Yo ya he pasado cinco mil páginas. Ayer acabé un libro.
- ¿ Un libro ? Me dejas impresionada cariño... Pero, ¿ a qué le llamas tú exactamente "pasar página" ?
- Pues es como una mancha. La limpias y se va.
- Me chiflan tus ideas ratón, soy súper fan tuya.
- Con cada libro que terminas, que son muchas páginas, se te instala algo en tu cabeza que te ayuda a pasar las páginas.
-¿ ¿ Algo se instala en mi cabeza ? ? Algo... ¿Como qué ?
- Pues como un Angry Bird.
- Ja ja ja... ¿ Un Angry Bird en la cabeza ? Qué locura... qué risa.
- Pues con el tiempo vas teniendo muchos Angrys que te ayudan, pero son pequeños, mamá, muy pequeños.
- ¿ Como homúnculos ?
- ¿ Qué son homúnculos ?
- Ahora sí.... Son como hombrecitos diminutos, como de un palmo, tenían que ver con la búsqueda de la Piedra Filosofal. Los alquimistas hablan de ellos. Los hacían con pelo de otros animales, ¿ sabes ? y añadían carbón y mercurio, y se hacían híbridos y trabajaban. Como los Golems, barro y una chispita divina.
Pero esta es otra historia mi niño, ya hablaremos más de todo esto. Seguro que mi homúnculo estaba dormido, y no me pudo ayudar.
Gracias por hacerme pasar la página. Eres un amor.
- Oye mamá, dame un besin aquí, es que me acabo de dar un golpe sin querer...

El frío, el sol, un padre y un hijo.


Songs for Drella- Un full de Lou, LOu Reed.

Hazle caso al corazón.





- Me molesta mucho una muela... se ha roto un trocito ayer en el Oriente Medio comiendo la tapa, de repente.
-Y... ¿ qué has hecho con la muela, mamá?
- Pues la tiré.
- Pero... ¡ no sabes que la tienes que poner debajo de la almohada para Pérez !
- ¡ Ostras es verdad ! pero tú crees que funcionará con un trozo ? Tiene que ser un diente completo.
- Sí, sí.. pero si ya la has tirado pues nada, tú te lo has perdido. A mí se me está moviendo este diente, mira, creo que se me va a caer pronto. Tengo unas ganas ....
Para que me traiga algo Pérez, y también para meter todo el tiempo la lengua en el agujero, eso me encanta.
- Jajaja, te gusta meter la lengua en el agujerito...
- Sí, ahora hace así como cli cli cli y se balancea como si estuviera en un columpio. Es un diente contento.
Yo quiero que Pérez no se lo lleve, para ir almacenando todos mis dientes en una bolsita y así cuando sea mayor... ¡ tendré mi mandíbula completa!
- Bueno, ya veremos lo que pasa con ese diente y con Pérez, ay qué ratoncillo. Pero no lo muevas tú. Deja que la naturaleza haga sus cosas tranquilamente. No hay que forzar. Todo va llegando, y cuando te des cuenta ya se han caído todos los dientes de leche. Hay que tomar calcio, vitamina D y K2. Y a ver si no te salen como a mí... con apiñamiento.
- Yo no quiero que estén mis dientes "empiñados".
- Eso espero.
- Mamá...
- ¿ Qué ?
- Soñé que tenía un Triceratops muy pequeñín que nunca crecía y estaba siempre conmigo. Se defendía el solo de todo y también me defendía a mí. Era delicioso. Me gustaría tener uno, para que jugara también con Susu.
- Eso va a ser un poco difícil... hace mucho que no hay dinosaurios y además, cuando existían no eran tan pequeños como un gato.
- Siiiii, yo vi una peli que salían hombres con dinosaurios, no era de dibujos animados, era " de normal".
- Eso es... una peli. Pero muchas pelis son ficción, algo que alguien imagina y lo lleva a un libro o a la pantalla, pero no es real.
- Pues en mi sueño era muy real.
Tú siempre dices que hay que hacer caso al corazón, ¿no? Eso de que el corazón tiene razones que la cabeza no entiende... pues a mí me dice mi corazón que los dinosaurios siguen existiendo .
- Sí, es verdad, hay que hacer caso al corazón...aunque eso te lleva, a veces, a lugares de los que es difícil salir, que no comprendes con la cabeza.
- Mamá, la cabeza está un poco loquita. Hazle caso al corazón.
- Pasión o cordura... difícil tándem... Te voy a decir otra de esas frases que te gustan, Nicolás:
No hay amor sin locura, ni locura sin amor.

3 feb 2016

El frío

My funny valentine- Chet Baker


Yo creo que Papá Noel no existe


- Mamá, ese cuento de El Ruiseñor ya lo leímos, ¿ no te acuerdas ?
- Pues no. No me acordaba... Pues empezamos otro.
- Vamos a leer este de La zorra y la cigüeña.
¿ Has visto ? ¡ He leído yo sólo el título del libro !
- ¡ Sí ! Qué maravilla Martín. En breve me leéis vosotros a mí. Yo elijo el libro y vosotros seguís hasta que me duerma, qué felicidad...
- No. De eso nada. Sigues leyendo tú.
- Vale, pues yo elijo. Vamos a empezar hoy un poemario de un amigo. Se titula Gominolas en los bolsillos.
- Mamá, ¿ a ti te parece que ese es para niños ?
- Sí, ¿ no ves esa niña en un columpio en la portada ? Y además... gominolas... Lo escribe su papá, se llama Jorge M. Jorge M Molinero a su niña, una preciosa Julieta que conocí el otro día.
Me encantan estas dos citas con las que abre, mira la del Barquito de cáscara de nuez, que nos sabemos la canción, y la última, de Jose Ignacio Lapido No digas que no te avisé. Magnífico. Vamos allá.
- Mamá.
- Dime Nicolás
- Yo creo que Papá Noel no existe.
- Ah.. .¿ no ? ¿ Por qué me dices eso ahora ?
- Pues por varias cosas. Yo creo que son los papás que por la noche van a comprar regalos y los dejan en el árbol. Mira, Papá Noel está muy gordo y no cabe por ninguna chimenea, y además si entrara se mancharía completamente de negro, y las chimeneas son muy estrechas para él.
- Ya...
- Además creo que eso de que una persona vuele es una fantasía, nadie puede volar, y otra cosa... que nadie tiene tanto dinero para llevar a toooooodos los niños tantos juguetes.
- Y... ¿ qué hay de eso de la magia...?
-Yo creo que la magia no existe. La magia de los magos son todo trucos. Martín, ¿ a que no existe ?
- ¡ Sí existe !
- Pues yo creo que la magia es otra cosa
- ¿ Qué es la magia para ti ?
- Pues por ejemplo convertir un hombre en un sapo.
- Sí. Eso sí que es mágico. Mira yo creo que la magia depende de ti. Si tú quieres creer o no.
- Bueno... puede ser que... es que tú, mamá, no sabes una cosa.
- ¿ Qué ?
- Lo que hace papá Noel es que abre un portal a otro mundo y de ahí coge los polvos mágicos, y así abre cada casa. Lo de las chimeneas no puede ser.
- Entonces... ¿ sí ?
- Sí. Pero tiene algunos ayudantes. ¿ Quieres saber quién es el que le ayuda ?
- Claro, dime.
- ¡ Pérez !
- ¿ Pérez ? Ah, el ratoncito.
- Sí. Ese sí que sabe, anda por ahí con lo de los dientes pero ¡ roba dinero! A nosotros nos robó un billete de 10 eurazos el año pasado. Y todo ese dinero es para papá Noel.
- Vale, pues por hoy... quedamos en que sí existe entonces . Vamos con nuestras poesías para Julieta.
- Te quiero mucho mamá.
- Yo también te quiero mucho mamá.
- Yo sí que os quiero, venga acurrucaos aquí y escuchad...

2 feb 2016

El Robapelis

- Nosotros queríamos poner una ferretería juntos, Martín y yo, pero ahora ya no queremos.
- Ah... ¿ ya no ? ¿ Habéis pensado en otra cosa ?
- Bueno, yo quiero ser inventor. Tengo varias cosas pensadas. Lo primero que voy a hacer es el Robapelis.
- El Robapelis... Y esto...¿ para qué sirve ?
- Bueno, pues tú estás viendo una peli que te gusta, ¿ no ? cualquiera, por ejemplo La Guerra de las Galaxias, entonces cualquier personaje que te guste mucho, pues lo saca de la peli y lo trae a tu casa, al sofá.
- Ah, pues me gusta mucho este invento... Ya se me están ocurriendo varios personajes para traerlos a mi sofá...
- Es como una cámara que hace una foto del personaje que quieres traer y luego ¡ Pssssss ! le das a un botón y ya le tienes ahí enfrente de ti "en normal".
- Pues qué fácil parece...
- También voy a hacer un invento que consiste en una máquina que te deja como estás.
- Ah, ese también me interesa. Que me deje como estoy ahora mismo, ya no me haré más viejecita y mi chasis permanecerá impecable. Me encanta. ¡ Así podré hacer todas las posturas de yoga siempre !
- Martín también quiere ser inventor. Tiene varios inventos pensados también, el primero será un robot que hace todo lo que le pidas, se llama La casa del espacio.
- Nos espera un gran futuro... De momento hay que aprender a leer, a escribir, a hacer operaciones con los números, y luego tendréis que estudiar muchas cosas como física y química, matemáticas, ergonomía, semiótica.. no sé.. y muchísima paciencia para hacer experimentos, que fallen, y vuelta a empezar.
- Yo ya he hecho el primer experimento, ¿ te lo explico ?
- Sí, dime...
- Mezclas aceite con vinagre en un tubo de ensayo, lo agitas bien un rato y luego lo dejas. Ves que se mezclan ¿ no ?
- Sí, como una emulsión.
-Pues luego ¡ se vuelven a separar ! Y lo mejor de todo es que ¡ Lo puedes utilizar para echar a la ensalada ¡
- Está bien. Aún queda bastante para que empieces con el Robapelis y todo esto. El paso del tiempo es algo muy curioso, en el cómputo general parece que es mucho tiempo en tu vida pero después todo pasa tan deprisa... dentro de unos años, cuando menos me dé cuenta ya estaréis estudiando por ahí en alguna facultad y en breve viviendo en algún piso de estudiantes con otros amigos... y dejaréis este nido vacío.
- Yo quiero estar con mamá. No quiero vivir con ningún estudiante.
- Bueno... dentro de unos años no opinarás lo mismo, ya verás.
- ¿ Sabes una cosa mamá ?
- Si quieres saber si un jamón es bueno o es malo, tienes que comerlo sólo. Sin mezclarlo con pan. Me lo enseñó el abuelo.

Atardecer de invierno que más parece primavera.


Fine and Mellow- Billy Holiday

Los fetiches

- Llevas con esa cachita toda la semana. Es muy dulce verte ir con ese palito a todas partes. Te he visto en la siesta, en el vater, en la arena, comiendo... pero me temo que no vas a poder subir al avión con ella.
- ¿ No ?
- Pues me parece que no. A ver qué opina papá, pero yo creo que será muy difícil que en el control de policía te dejen pasar... es un palo muy grande. Y según están las cosas... las medidas de seguridad en los aviones son a veces excesivas, a veces incluso absurdas.. pero es lo que hay.
- Y... ¿ No lo puedo meter en la maleta ? A ver...
Uhm... no cabe, y en esta tampoco. Y en la mochila tampoco.
- Mira Martín, donde vamos es tierra de bosques, de muchos árboles. Podremos ir la semana que viene a buscar una nueva cachita. Yo creo que te debes preparar por si no puedes pasarla. No te frustres. No llores. Te voy a conseguir una cachita estupenda para ir al monte.
- Es que se me ha roto... Ya no vale, mira, ya no me llega ni hasta la rodilla.
- Bueno pues mejor así, la verdad. Dile adiós a tu palito.
- Pues llevaré a Leoncio.
- Me parece bien. Se acabó la cacha ¡ por fin!
Nunca os había visto llevar un peluche a cada uno en la mano, es muy bonito. Siempre me ha parecido muy tierna la imagen de los niños con un peluche enorme colgando y corriendo detrás de sus padres llenos de maletas por los aeropuertos.
Es increíble lo rápido que cambiáis de actividad...
- Oye mamá. Esto está demasiado rico para ser verdad...
- Me alegro de que os gusten. Yo los llamo emparedados de viaje.
- Mamá, cuando te mueras ¿ qué prefieres, que te entierren o que te incineren ?
- Yo prefiero que me incineren. Este cuerpo es como un traje de alquiler. Hay que devolverlo a la Tierra al final de la vida.
Yo quiero que mis cenizas se esparzan por el mar o por las montañas del pantano de Luna. No me gustan las cajas de difuntos.
- El abuelo también quiere que le incineren, y la abuela. Yo vi a Tayo cuando le enterraron, en su cajita, y no me gustó. Se quedó allí.... solo y ...
- Claro, se terminó su vida. Murió. Fuimos a despedirle. A acompañar a su familia, que estaban tristes. Pero él vivió siempre muy contento.
- Mamá...
- Dime.
- ¿ Puedes darme otro emparedado de viaje ?

Zoográficos en León

Fue un auténtico placer acoger en León a Rodrigo, editor de Zoográfico diseño editorial, Laura Fraile, Antoine Lamarck, Jorge M. Molinero y Carlos de la Cruz & Huini.

Poética y rocanrol

El Gran Café ultima la reapertura de su planta de referencia con un encuentro de músicos y poetas de la mano de la leonesa Silvia Chica.


  • Los músicos leoneses Marcos Cachaldora, Silvia D. Chica y Gonzalo Ordás. - vicente garcía
    Los músicos leoneses Marcos Cachaldora, Silvia D. Chica y Gonzalo Ordás. - vicente garcía

  Foto: Vicente García
Texto: Pacho Rodríguez

Mientras abajo se cuece con expectación el nuevo Gran Café, en la planta de arriba, hoy a las 20.30, habrá un desembarco con bandera de conveniencia de la poética del rocanrol. Un cóctel que explota como abrazo en verso de la mano de Silvia Chica, leonesa polifacética que organiza, participa y, para rematar la sesión, se sube al escenario musical con Los Tres Norteamericanos, un artefacto que une, a lo literario de la jornada, un repertorio en crecimiento, también de la mano de Gonzalo Ordás y Marcos Cachaldora, músicos apetecibles a los que para pillarlos hay que echarles un Delta Galgos. Pero lo de hoy es un combinado de rock and poetry para los sentidos, a poder ser más de cinco.
Porque los ingredientes, de la parte escritora, serán Carlos de la Cruz (Los gigantes de Potsdam, 2015), Jorge M. Molinero (Gominolas en los bolsillos, 2015), Antoine Lamarck (Mapas de libertad, 2015) y Laura Fraile (Mujeres que tararean canciones inventadas, 2014), junto a la anfitriona Silvia D. Chica, que presentará, junto a lo de cada uno, La tierra pura (2015). Material fresco que hay que agradecer a un editor que camina entre lo cercano y la artesanía, como si su negocio partiera del compromiso.
Se trata de Rodrigo Córdoba, responsable del sello Zoográfico, fundado en 2009 y que parece que ha apostado porque el movimiento se demuestra, en este caso, escribiendo a vida abierta. Y como invitado especial, Vicente Muñoz Álvarez, un autor empeñado en dignificar la cultura de manera insobornable, y que acaba de publicar el libro Cult movies. Películas para la penumbra, lo que corrobora que lo suyo es actitud pero con un ojo siempre puesto en el esfuerzo de estar disponible cuando llegan las musas.
Sonidos de altura
Como el Gran Café es santo y seña de la escena musical del Norte de España, la aportación sonora parece que viene incorporada a cualquier actividad de la que sea sede. Y hoy, el rizo se riza con tres leoneses pero que proponen nombres inconfundibles en versiones que merecen el aplauso sólo por el atrevimiento. Porque si hablamos de Pretty Things, J. J. Cale, Billie Holiday, Love, Townes Van Zandt o Shocking Blue, por poner varios ejemplos, que es lo que tocarán Los Tres Norteamericanos, el nivel superará la segunda planta y habrá que subir, tal vez algún día, a la tercera, que también la hay...
Así, la fiesta presentación que cerrará este trío será también la de un arandino, tres de Valladolid y dos de León, que parece que suena a menos rocanrol, pero que hay que adelantar que lo traen puesto de casa. Y que si Blas de Otero decía que le quedaba la palabra, a este colectivo impulsado por Rodrigo Córdoba lo que les queda es lo mismo. Pero para este siglo empeñado en caminar sin contenido, ellos traen la búsqueda de la tierra pura que dejarán para sus hijos, en un mundo, si no mejor, al menos lleno de palabras y acordes. En definitiva, lo que al final resulta ser la tecnología punta de la que presumir en esta ciudad llamada León.

La mosca

- Venga chicos, a ponerse el pijama que nos vamos a la cama. Siempre retrasando el tema...
- ¡ Mamá !
- ¿ Qué pasa ?
- Mira, ahora, justo ahora me están creciendo los pies. Es como un aire sensible por las piernas. Lo noto perfectamente. A veces también lo noto en los brazos. ¡ Me están creciendo los pies !
- Jajaja, pues sí, en algún momento te tienen que crecer, eso está claro, pero que lo notes así... como un aire sensible, me hace gracia. Y ¿ a ti Nicolás ?
- Yo también lo noto cuando me crecen, es como un dolor pero sin dolor, y se estiran las piernas, me hago largo.
- Venga, a la cama. Leemos un poco.
- Mamá....este es el momento mejor del día, cuando nos metemos juntos en la cama y siento tus piernitas y el calor.
Nos cuentas otra vez lo de la teletransportación y ese que se convierte en mosca enorme, las manos y las uñas, y con pelo y los ojos grandes, y luego la mosca tiene cara de hombre y sale volando ...¿ Nos lo cuentas ?
- Luego tenéis pesadillas con esas historias, y oigo gritos en medio de la noche. Mejor contamos el de Pulgarcita, la pequeña niña que nació de un capullito de jazmín y dormía en una nuez.
- Ese es un rollo. Y además ñoño. Mamá, ¿qué habría pasado si se mete una araña, o una gallina en la misma cabina de la teletransportación con el hombre ?
- ¿ Una gallina ? Esa sí que es buena, pues no daría nada de miedo. Lo que daría es mucha risa.
- Yo quiero ver esa peli para ver a esa mosca. Mamá ...
- Dime.
- ¿ La mosca y el hombre eran amigos ?
- Yo creo que no. No conozco a nadie que sea amigo de una mosca.
- A mi me encantaría meterme en la cabina con Susu, y así me iría transformando en gato, y sería como ¡ el gran padre de Susu ! Un gato enorme.
- Ay qué ocurrencias. Venga, vamos a lo nuestro... a leer, a escuchar, todos los días... ¿ Os dais cuenta ? Llevo leyendo algo para irnos a dormir desde hace ya unos cuantos años. Al principio no entendíais nada de nada, pero ahora, ya comprendéis casi todo. Me gusta que estéis muy atentos y también me encanta sentir cuando caéis en el sueño profundo.
Cuando erais bebés, os tarareaba una canción, no sé si os acordaréis, siempre era la misma, y a veces estaba más de media hora con el tema...
- Yo no me acuerdo.
- Normal, pero seguro que te suena cuando la oigas... empezaba así: ...Are you lonesome tonight, do you miss me tonight...
- Ah sí... me suena.
- El gran Elvis. Es una canción preciosa, con una cadencia que mece y duerme. La escuchasteis miles de veces cuando erais bebés, uno a cada lado de mamá. ¿ Queréis que os la cante ? Mañana la tocamos con la guitarra.
- Bueno, nosotros preferimos ahora que nos cuentes otra vez lo de la mosca.

Que lo sepas

- ¡Cómo mola Martín ! Vamos a ir solos a la tienda. ¡Solos a comprar! ¡ Por primera vez ! ¡ Yu huuuuuuuu !
- Claro, ya es hora. Tenéis que ir con cuidado. Por la acera, sin correr, y no montéis ningún número en la tienda. Cogéis el pan, y le dais el dinero. Os dará algo de cambio. Y sin correr, volvéis.
- Sí, ¡ Vamos !
- Sin arriesgar.
- ¿ Qué es arriesgar, mamá ?
- Pues hacer algo que ponga en peligro tu cuerpo, ¿entiendes ? Como ayer cuando querías demostrar tus habilidades de escalador por la roca y un pie resbaló y te arañaste todo el costado y el brazo, y te hiciste daño... Eso es arriesgar. Ver antes de que pase. Prever. Así que despacio... Nunca daño al cuerpo. ¿ Ok ?
- Sí, vamos, vamos.
- Cuando volváis empezaremos a recoger, limpiar, y preparar mochilas y maletas. Ya nos queda muy poco tiempo aquí. Viene un cambio.
- ¿ Ya nos vamos mañana ?
- Sí. Hay que ir despidiéndose. La verdad es que me encanta este lugar. La sensación de unidad es muy potente, con vosotros , con papá, con la Naturaleza. Veros desnudos y libres, muy contentos corriendo por la duna, nadando como sardinas, y durmiendo muchas horas. Siempre tenéis un aspecto estupendo en este pueblo. Os sienta bien, la verdad.
Me chifla ver el amanecer, además, desde la ventana.
Y... vuestros juegos en el espacio exterior; cómo la costa, y el mar os proporciona cosas para jugar entre vosotros. Las maderas que deja la marea alta en la playa, las redes rotas, los utensilios de pesca, esos botecitos que contienen fósforo y se iluminan cuando los pescadores tiran la caña desde el muelle de noche, muchas bolitas de colores, muchísimos mecheros oxidados entre las piedras.
¿Os acordáis el año pasado ?
- ¿De qué ?
- Durante una semana recogisteis todos los mecheros oxidados que encontrabais por La Punta. Todo lo que trae la marea va a parar ahí siempre.
Pues llegué a tener en casa más de treinta mecheros. Una colección preciosa...
- Ah, sí, ya me acuerdo. Muchos de ellos tenían gas, y otros agua dentro. ¿ Aún los tenemos ?
- No. No me puedo quedar con todas las cosas que me traéis. Lo siento. Me encanta almacenar... pero no tanto.
Bueno, lo que quería decir es que me gusta que no haya juguetes inteligentes que hablan por aquí, y que la Tierra es generosa, y cálida. Y que a vuestros cinco años el mundo es un lugar maravilloso para vivir.
Cinco años de amor. Los primeros, entre algodón. ¡Prueba conseguida! La base de vuestras vidas, un colchón y cimiento donde apoyar toda vuestra estructura. El edificio que ya habéis empezado a construir.
Todos los niños se merecen cinco años de dulzura y bienaventuranza al menos. Eso pienso yo. Y papá también, os lo aseguro.
- A nosotros también nos gusta mucho estar aquí.

 ¿ Cuándo volvemos ?
- Pronto seguro. Ahora toca de nuevo aprendizaje, conocimientos en el cole, las normas sociales, los semáforos , el frío y las ropas, el coche, relacionarse con otros niños, el cambio de clip... y ¡ los abuelos !
- Pues que sepas que, menos los abuelos, a nosotros no nos hace falta nada de todo eso. Que lo sepas.
Mamá ... Qué es ¿ Buena venturenza ?

La convivencia

- ¡ Hombre ! ¿ Te has levantado tu sólo hoy de la siesta ?
- Sí... no me gusta estar solo. Quiero que alguien esté conmigo cuando me despierto. Y por la noche cuando me voy a dormir también. Si no... tengo miedo, de la cortina sobre todo.
Pero no me des ahora una lección de miedo mamá.
- Ok, no hay lección de miedo, si estás todavía con los sueños por aquí rondando, y un poco sudoroso. Anda ven, me gusta porque ahora estás muy tierno. Ven conmigo.
- Mira mamá, cuando te despiertas, es como si no tuvieras fuerza. Entonces yo tengo un truco. Aprieto así, el puño, muy fuerte, y así se concentra la fuerza y ya está.
Esta mañana se ha discutido mucho en esta casa. Ya me canso. No me gusta escuchar tanta discusión.
- Tienes razón cariño, ¿ sabes ? La convivencia no es fácil. Te darás cuenta cuando vayas creciendo.
- ¿Qué es convivencia ?
- Con - vivencia: vivir con. Compartir, coexistir pacíficamente entre personas en la misma casa. Ya sé que a veces, lo de pacíficamente... no funciona. Todos tenemos que poner de nuestra parte. A veces hay que cambiar algunas cosas. Hablar sin reprochar, sin defenderte, sin agredir.
No es lo mismo vivir tú solo que con otras personas.
- Yo sé que antes de querer cambiar a los otros, tienes que cambiarte a ti mismo, y eso es muy difícil.
- Me dejas alucinada con las cosas que dices....Tienes toda la razón. La gente no cambia, la esencia siempre permanece. Dice un refrán árabe algo así como que no se puede enderezar la cola de un perro... No sé. Hoy estoy un poco triste cariño, todo este tema de la mañana me ha dejado un poco KO. Como que no tengo muchas ganas de reír.
-Mamá, cambia el clip. Abre tú ahora las ventanitas de atrás. Pero... ¡ no pongas esa carita !, Mírame, a ver una sonrisita... Estamos aquí contigo, ¿ no nos ves ?
- Sí cariño, os adoro.
- Mamá, yo es que soy un poco pequeño para entender algunas cosas...
- Lo sé. Tiempo, cuestión de tiempo. Pero me gusta tu cabecita. Gracias por estar aquí conmigo ahora. Lo valoro mucho.
- Yo también te adoro, mamá. Ven con nosotros a hacer la croqueta por la duna. Verás cómo se te pasa todo y te vuelves a reír.

Todo es de la naturaleza de una ilusión


150 Haiku



150 Haikus.
Doy por finalizado este pequeño y sencillo trabajo que me propuse un día de verano al lado del mar.
150 Haikus. Aquí están, en este blog de La Tierra Pura. Algún día verán la luz en papel

Has de confiar
los pétalos se abrirán
cuestión de tiempo.