- Hola mamá. Qué te pasa.
- Estoy un poco triste. Me enfadé con tu
hermano, y él se enfadó conmigo y no supe hacerlo bien. Sabes, no es
fácil ser mamá, igual que no es nada fácil, tampoco, ser un niño. Muchas
veces dudas de que las cosas estén bien hechas, otras veces no tengo la
capacidad, o el buen entendimiento, o la comprensión, o la compasión...
no sé, cariño.
A veces las cosas se oscurecen un poco. Es como si estuviéramos en una línea más o menos siempre,
pero a veces vamos por debajo de ella, o por encima, ¿ sabes ? y hay un
espacio de tiempo entre la bajada y el volver a la línea horizontal. Un
lapso necesario para poder darte cuenta, analizar, aprender algo, al
fin y al cabo. ¿ Entiendes ? No siempre es todo lineal. Tanto por arriba
como por debajo
- ¿ Estás enfadada ?
- No. No estoy enfadada,
ya se me pasó el enfado, lo que tengo es como ese poso que queda en el
carácter, como un sedimento después del enfado, aquí, en entre las
costillas.
¿ Tú crees que tu hermano también estará aún con ese poso dentro - No. Seguro que él no se acuerda.
- Ah. ¿ Tú crees que él ya lo olvidó ?
- No estés triste mamá. Pasa la página.
- Tienes razón.
- Yo ya he pasado cinco mil páginas. Ayer acabé un libro.
- ¿ Un libro ? Me dejas impresionada cariño... Pero, ¿ a qué le llamas tú exactamente "pasar página" ?
- Pues es como una mancha. La limpias y se va.
- Me chiflan tus ideas ratón, soy súper fan tuya.
- Con cada libro que terminas, que son muchas páginas, se te instala algo en tu cabeza que te ayuda a pasar las páginas.
-¿ ¿ Algo se instala en mi cabeza ? ? Algo... ¿Como qué ?
- Pues como un Angry Bird.
- Ja ja ja... ¿ Un Angry Bird en la cabeza ? Qué locura... qué risa.
- Pues con el tiempo vas teniendo muchos Angrys que te ayudan, pero son pequeños, mamá, muy pequeños.
- ¿ Como homúnculos ?
- ¿ Qué son homúnculos ?
- Ahora sí.... Son como hombrecitos diminutos, como de un palmo,
tenían que ver con la búsqueda de la Piedra Filosofal. Los alquimistas
hablan de ellos. Los hacían con pelo de otros animales, ¿ sabes ? y
añadían carbón y mercurio, y se hacían híbridos y trabajaban. Como los
Golems, barro y una chispita divina.
Pero esta es otra historia mi
niño, ya hablaremos más de todo esto. Seguro que mi homúnculo estaba
dormido, y no me pudo ayudar.
Gracias por hacerme pasar la página. Eres un amor.
- Oye mamá, dame un besin aquí, es que me acabo de dar un golpe sin querer...
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