17 ene 2016

Todo es transitorio


- Mira mamá, ahí está Careta.
- Ay sí...esa perrita galga... vamos a sentarnos un rato aquí enfrente de ella. Me parece que está ya muy mayor. A penas se puede levantar. Parece que tiene algo grave en la cadera. Pobrecita. Igual cuando vengamos por aquí dentro de unos meses... ya no está Careta.
- ¿ No ?
- La verdad... no lo creo, y si está, estará sufriendo.
- Igual tendrían que ponerle un abriguito.
- Todo es transitorio en esta vida, ¿ sabes ? Pasajero.
Ahí mismo vive Paco, su dueño. También hace mucho tiempo que no le veo, mira, su puerta está cerrada, él siempre estaba afuera de la casa, enredando con sus hurones, las galgas, con su gorra típica, su sonrisa eterna, esa colilla entre los dientes, y el soniquete de futbol de la radio de fondo con la camisa desabrochada.
Siempre muy amable, muy afectuoso. Siempre mirando de dónde sopla el viento
- Me gusta mucho esta casita, mamá, está en un sitio muy bonito, al lado de la playa, y a la vez en el pueblo, en la arena y en el mercado.
- Me temo que Paco tampoco está muy bien de salud.
- ¿ Tampoco va a estar aquí dentro de unos meses, mamá ?
- No lo sé, Nico, cariño, no lo sé... ojalá le quede mucho. Paco era marino mercante, una vez nos lo contó, cargaba enormes barcos llenos de contenedores. Ha viajado por todos los mares, ¿ te acuerdas que un día nos lo contó ? Le duele mucho la espalda de tanto cargar peso.
- No, no me acuerdo de nada mamá.
- Nombró muchísimas ciudades portuarias, de esas que tienen un encanto realmente especial, decadentes, antiguas, con mucha vida en el interior, con marinos que desembarcan y buscan algo de entretenimiento, nos contaba cosas de Lisboa, Marsella, Rotterdam, incluso hablaba de Singapur y de Shanghái... Me encantaría conocer todos esos lugares.
- A mí también. ¿ Podemos ir?
- Puede ser. Vamos a hacer tú y yo un gran viaje, largo, dentro de un tiempo. Ya lo planearemos.
- ¿ Sabes mamá ? Yo vi una peli de dinosaurios de la que me estoy acordando. Los hombres y los dinosaurios vivían en una isla desconocida todos juntos y se llevaban muy bien. Allí, había un gran puerto y con unas grandes pinzas sacaban cajas enormes de los barcos y las llevaban a la ciudad. Creo que se titulaba En busca del rubí o algo así parecido.
Dame tu cuadernito mamá, que te hago un dibujo, mira.

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