Creo
en la gente que va de frente, creo en la amistad y en las relaciones
largas que se construyen poco a poco, creo en las confidencias al sol en
una plaza, creo en los que llegan y se quedan, creo en la complicidad
que no se desvanece con el tiempo, creo en las largas charlas tumbada
mirando hacia arriba, creo en la infancia y en su larga y rica
pérdida de tiempo, creo en las personas que están ahí, a tu lado,
cuando te caes, creo en los ciclos que se cierran como suaves puestas de
sol y en los amaneceres prometedores, creo en el poder de las plantas y
de la Madre Tierra, creo en las sincronicidades y en lo que sucede los
días 21, que siempre pasan cosas, son como el inicio de algo... creo en
la observación, en la perseverancia, creo en las artes y en mi
intuición, creo en mis favoritos, mis propósitos y mis instintos, creo
en los maestros, en muy pocos...creo en mis benditos animales, creo en
los proyectos que surgen de la nada con frescor que te involucran, y en
la energía succionadora de la creación, creo en la cooperación y en la
renovación, creo en el poder de la risa, creo en la pura pasión, en la
seducción y en el magnetismo, creo en los sueños y en los caminos de
transformación, creo en el horno de Atanor, creo en la misericordia
conectada con el amor y los vínculos que crea, creo en los largos paseos
y los viajes en solitario, creo en la inspiración, creo en mis hijos,
creo en la fluidez y en el amor, sólido y líquido, creo en el cambio y
en la preparación de semillas, creo en el futuro y en la gente que hace
la vida más ancha...
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