- Mamá, ¡¡ven!! ¡Vamos a jugar a
leprosos!
- A... ¿¿ leprosos ?? Qué locura...
Id
hasta aquella pequeña colina. Mirad, alguien ha escrito un nombre
utilizando rocas de lava.
Ahora voy yo. Quiero sacar unas fotos
al faro.
Mamma mía... qué viento... casi puede
con nosotros. Qué fuerza hay aquí. Este trozo de tierra de volcán, de mar y el viento. Es muy fuerte eh...
- A mi me lleva el viento... ¡mira
mamá! Adiooooss.
- Hay una luz muy bonita también.
Traigo la cámara porque quiero hacer unas fotos al faro. Son para Susana. Ha
tenido una idea estupenda. Le va a regalar a su amor una foto de este faro. Y
yo se la voy a mandar. Con dos faros, el antiguo con esa lámpara, y el nuevo
largo y altivo.
-¿Vas a mandarle los dos faros para
que elija?
- Bueno, quiero enviarle varias
perspectivas.
Depende de dónde te coloques y de la
luz que haya y cómo la uses... así saldrá la foto. A mí también me encantan los
faros. Hay tantas historias...
Ahora es La luz. Déjame un momento.
- ¿Me dejas hacer a mi?
- Claro, pero espera un momento.
- Pues entonces me voy. Si no me
haces caso y tampoco me dejas...
- Vete sí, luego voy yo y te dejo
hacer una foto.
- ¿Mamá pero por qué hicieron otro
faro si ya tenían uno? ¿Hay alguien allí arriba?
... ...
Mamaaaá ven a jugar a leprosos con
nosotros.
- Ahora voy... un momento...
A ver, ¿cómo se juega a leprosos?
- Pues nada, tu intentas huir pero no
puedes porque eres leproso, y eres de los malos, y nosotros, que somos de los
buenos te matamos. Tú eres del lado oscuro. Te posee la fuerza.
- No me gusta nada este juego, lo
siento, yo a eso no juego. Es espantoso. Y otra vez el rollito de los malos y los
buenos. Pero, ¿vosotros sabéis lo que es la lepra?
- Es como algo en la piel, que se
cae, y te ponen vendas como una momia.
- Es una enfermedad sí, con muy mala
prensa además. Es que crea un aspecto de la piel que repele a los demás, y la
gente pensaba que era muy contagioso. Ya estaban estigmatizados para siempre.
Mira qué palabra. ¡Estigma!
- Por eso tienes que huir mamá...te
contagias.
- Es infecciosa, pero no tan
contagiosa como se cree. Antes recluían
a la gente en leproserías, lugares, apartados, del resto del pueblo que no
contagiado, como este... Mirad...
Barracones para enfermeros y médicos,
avenidas, plazas, barracones de enfermos, los crematorios. Y la iglesia...
- Alaaa... ¡Vamos!
- ¿Queréis que vayamos hasta allí? Vale,
vamos, pero sin jugar a matar leprosos. Vamos hasta el primer barracón.
- Todo está lleno de graffitis...
Mamá, ¿aquí estuvieron los leprosos?
Tengo un poco de miedo.
- No. No tengas miedo, aquí no hubo
leprosos. Tiene una historia muy curiosa. Lo hicieron en los años 40 con
Franco. Aborrezco esta arquitectura franquista.... Mira la iglesia qué tétrica
es, con esa cruz de cementazo...
vamos a entrar. No tengáis miedo, sólo es una gran sala de cemento, y ventanas
y algún pájaro, mira, esa parece una pardela.
Querían un lugar apartado para los
enfermos de lepra. Luego llegaron los medicamentos para tratar la enfermedad,
dicen, y no se llego a utilizar como sanatorio.
Luego lo compró un italiano para
hacer un macro complejo turístico, y le
paralizaron el proyecto. No sé el motivo...Pero bueno, demasiado cerca de la
costa. ¡Y con este viento por dios!
- Cuando yo lo vi por primera vez aún
había marcos de puertas, y algunos sanitarios, ahora se lo han llevado todo.
- ¿Se lo lleva todo la gente?
- Pues sí. La rapiña está a la orden
del día. Hay restos de cosas, basura, hogueras, latas... la huella del
hombre... Ahora viene también gente a hacer prácticas militares, y locos
vestidos con atuendos de guerrilleros a hacer como que están en la guerra.
A mí lo de las guerras y las peleas
no me gusta. Ya sé, ya sé que sois chicos y todo eso está muy metido en el
ambiente pero haré todo lo posible para que lo detestéis.
En un mundo de guerras y terrores
intentamos enseñaros la no-violencia... a ver qué pasa... Hay gente muy loca
hoy en día. Parece incluso paradójico...
- Mamá, yo voy a ser un niño bueno
siempre, no voy a matar leprosos, ni a nadie. Sólo es un juego.
- Muy bien cariño. Gracias.
- Oye mamá, ¿tú sabes cómo se hace un
hechizo de corazón roto?
- Ja ja ja... Yo no sé cómo se hace.
¿Y tú?
- Yo sí. Mira, se pinta una flecha en
la arena de la playa, en marea baja, después se dibujan unas flores en la punta
de esa flecha con una piedra. Luego esperas y miras en esa dirección, y la
primera chica que veas, pues ya está. Te enamoras para toda la vida. Y luego
sube la marea y lo tapa
- Filtros y hechizos de amor... suena
bien el tuyo, ese del hechizo del corazón roto. Por aquí les encantan los
amarres de amor casero, cuanto más al sur, más.
La blanca, la roja, la negra, la
china, el vudú...
- ¿Tú crees en la magia, mamá?
Me gusta creer en los talismanes, en
las piedras de buena suerte, los talismanes que alejan el mal. El cuarzo, el
ámbar, la malaquita, la piedra de luna...
Vamos a dar la vuelta, se está
haciendo de noche. No sé qué hora es.
Qué más da. Vamos.
La semana que viene habrá lluvia de
perseidas. Muy fuerte. Las veremos desde aquí.
Calor vacío polvo viento
Todo por la patria
Nada más
Todo por la patria
Nada más
No hay comentarios:
Publicar un comentario