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-El año que mejor me lo he pasado de mi
vida fue cuando tenía cuatro años.
- ¿Sí? Y...¿Por qué lo dices Martín?
- Por aquella escuela pequeñita en el
pueblo. La primera profe, y mi primer amigo, Hugo. Era muy amigo mío. Pero
luego se fue y ya nunca más le volví a ver.
- Sí, esto va a pasar mucho cariño,
gente que viene y que va, amigos, compañeros, profesores, algunos permanecen
mucho tiempo, casi siempre, y a otros no les vuelves a ver nunca, y a otros,
después de mucho tiempo... les vuelves a encontrar, como lo que me pasó con mi
amigo Mayor, ¿os acordáis? El de la navaja multiusa.
-Ya... Pero tú decías que era como si
le hubieras visto siempre.
- Pues sí. Con poca gente pasa eso.
Conexión que no se pierde aunque el tiempo pase...
Oye, si quieres busco el número de los papás de Hugo y
quedamos con él.
- No, gracias, ya no. También tenía
otro amigo, Manuel, pero luego cuando creció y pasó a la otra clase de mayores
empezó a jugar a cosas muy idiotas...y ya nada.
Mamá, hoy ha sido el mejor día de mi
vida. Todo lo que ha pasado... y ahora dormir en una tienda de campaña,
¡Jopetas! Me gusta mucho mi vida, mamá. Te quiero mucho.
- Yo también os quiero y desde que
estáis aquí, mi vida desde luego es mucho más rica, y aprendo más de mi misma
que de ninguna otra manera. Sois mis mejores maestros, desde luego...
Me encanta pasear por lugares fetiche
en el monte, ahora con vosotros.
La verdad es que este finde ha estado
genial. Tenemos que repetir, pero ahora nos preparamos para cambiar de aires.
Nos vamos a ir a la playa. El mar, chicos... muy en breve.Hay que hacer mil
cosas...
- Mamá yo en mi siguiente vida quiero
ser súper héroe. Es la vida más divertida.
- Pues yo quiero ser un robot. Lo vi
en un capítulo. Un robot pero con inteligencia. Humano. El otro día jugamos a
eso con la abuela. También en el otro mundo. Y Nicolás y yo nos casábamos con
dos chicas.
- En la otra vida, pero.. estamos en
esta. Hay que gastar esta antes. Y además, antes de pasar a otra cosa hay que
morir.
- Sí, lo de que te entierran o te encenizan, ya lo se... Y luego lanzan
las cenizas al mar, o al monte. Pues después de eso... súper héroe, mamá.
- Hay más opciones que enterrar o
incinerar... En Bombay estuve alrededor de las Torres de silencio. En lo alto
de esas torres, la gente de cierta religión, ponían a los cadáveres para que se
los comieran los buitres. Y hasta que no estaban los huesos limpios y blancos
del sol, no los quitaban de ahí.
- ¿Los buitres? Pero, por qué ...
- Pues porque los zoroastras pensaban
que el cuerpo muerto era impuro para la Tierra y para el Fuego. O eran los
jainistas, no recuerdo ahora...
- Y...¿qué hacían con los huesos
luego?
- Los echaban a un osario. Cámaras,
habitaciones llenas de huesos.
- ¿Y los viste?
- No, los huesos no. No directamente,
pero sí las torres.
Todo esto lo hicieron hasta no hace
tanto si lo piensas...
Ahora los buitres son especie protegida en
India, por culpa de un medicamento que dan a las vacas. Y casi ya no quedan. Se
abandonó esa tradición y los buitres tuvieron que empezar a comer vacas, y
enfermaron. Había un equilibrio.
Aunque otros podrían tener una
opinión muy encontrada con todo esto. Los motivos religiosos... los
principios... la ética... la moralidad... la decencia... el respeto... las
herejías y las blasfemias y el desatino!
- El mundo es muy grande cariños, y
muy antiguo, y hay muchas civilizaciones, muchas maneras de vivir, otras
relaciones con la vida y con los muertos y con los vivos, y no hay que
asustarse, pero sí conocer. Abrir los ojos en todas direcciones, no
encasillarse en un pasillito y no salir de él. Hay muchas puertas, y otros
pasillitos, y miles de ventanas, y mucha gente, y con unos tendréis relación y
con otros no. El mundo es así. Depende de cómo tú vayas por él. Y por el
camino, te lo vas inventando un poco, bailando al son.
Vamos, apaga ya la linterna.
- Mamá, ¿ahí arriba... va a dormir
esa araña?
- Sí, con nosotros tres. O sea, que
somos cuatro. Hasta mañana.
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