- Es un vaso de plástico, mamá.
- ¡Un vaso de plástico ! ¿Pero para qué?
- Pues por si tengo ganas de hacer pis, así no tengo que ir a ningún sitio. Lo hago y ya está.
- Ay que ocurrencia... bueno, puede que sea buena idea, lo que pasa es que vas caminando con ese vaso ahí metido... y para subir esta cuesta... Igual te va haciendo daño, ¿No ?
- No, no me hace daño, mamá, es muy cómodo.
- No sé, a mí me parece que hace ahí un bulto tremendo.
-¡ Mira, mira, mamá ! Ya está saliendo el pis...¿ Ves ? Ahora saco el vaso... y ya está. Y me lo vuelvo a meter para cuando tenga ganas otra vez...
- Jajaja...Pues sí. Vaya idea... la vamos a patentar. Y luego veremos a todo el mundo con un vaso de plástico metido en el bañador.
Está muy bien que se te ocurra una idea y la lleves a cabo. Irás perfeccionando tus inventos, seguro... Pero ponte ahora las "cholas", esta tierra está llena de rocas que pinchan, y si queréis ir hasta allí arriba, es mejor que no vayáis descalzos.
- Dice Fermín que allí hay una cueva, y seguro que dentro hay un oso.
- No cariño, habrá una cueva, pero dudo mucho que haya un oso por estas latitudes... No te preocupes. Esta es tierra volcánica, de lagartos, no de osos. ¿ Os acordáis cuando fuimos al TEA el año pasado ? Cuando vimos las momias y un video en una pantalla gigante de cómo se formaron las islas...
- ¡ Sí ! Yo me acuerdo, dentro del océano, como una gran tubo que empieza a escupir calor y lava y luego bombas de volcán, y se iba secando y se formaba la tierra.
- Sí, así es, más o menos. Esta es una tierra muy seca, pobre, la llaman "malpaís", no llueve casi nunca, y además siempre está la
"maresía" en el ambiente que se lo "marisca" todo, muy difícil para cultivar y para sacarle rendimiento... Aquí la gente tiene que trabajar mucho para plantar lo que sea.
Así ocurre en todas partes, los hombres se van adaptando a las condiciones de la tierra donde han nacido.
Me maravillan los vinos que hacen, y cómo hacen esos canteros para aprovechar el terreno, para protegerlos de los constantes vientos.
- Pues en el mar tienen muchos peces, pueden pescar.
- Eso es verdad, pero hay gente de medianías, de los pueblos, lejos de la costa, que no son pescadores, que ni siquiera saben nadar ni vienen a la playa.
- ¿ Que no vienen a la playa ?
- No. Antes de que llegara aquí el turismo eran islas muy pobres, y utilizaban camellos para transportar cosas.
- A mí me encantan los camellos. Una vez subimos en uno, Martín y yo. Y vimos una llama también, ¡ Que casi me escupe ! Mira, ¡ ahí hay un tronco que parece un fósil ! y allí hay una pared de piedras hechas por el hombre, ¡ vamos ! Voy a hacer el salto mortal, mamá, ¡ Mira !
- Ten cuidado anda, mira qué pequeñas plantas, y que hojas tan carnosas, están llenas de agua, acumulan... saben que no llueve, y aprovechan cada gotita.
- Mira qué flores pequeñas, ¿ cuándo se van a abrir ?
Has de confiar
los pétalos se abrirán
cuestión de tiempo.
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