requiem

nada perdura,
todo es impermanente, caduco,
todo tiene un fin,

mi perrina, Mona, 14 años juntas,
nos dejó.
fue la perra más buena del mundo, la más querida, la más mimada, todos los amigos que la conocieron coinciden en su bondad y su increíble carácter, Monina, tantos años de aventuras, de paseos, de caricias, llegó su fin sin sufir y ahora descansa y su alma quizás vuelva convertida en un hombre bueno, ascendiendo en el escalafón de samsara, porque cuando llega el fin quiero pensar en la reencarnación, y quizás volvamos a estar juntas en otro tiempo, en otro lugar.

y continúa el ciclo inmemorial, unos vienen y otros van,

descansa perrina, descansa...

le meteque- g. moustaki