A veces,
de repente,
siento
como si
todo
se desmoronara
siento
en gran vacío
la impermanencia
la futilidad
a veces
la perla no brilla
y el día se me antoja
largo
y vacío de sentido
afortunadamente
todo pasa,
hasta las mayores tormentas
y desgraciadamente
también,
todo queda.
La fuerza de los colores
el olor de las raíces
los tonos naranjas de las zanahorias
de las papayas
las especias
las montañas de plátanos
el ruido de la gente de fondo
el sol entrando por un cristal roto
niños debajo de los puestos
caras amables arrugadas de sol
guiris que sonríen a todo
los quesos de cabra
los dulces caseros
las bolsas llenas de hojas verdes
frescas, enormes, orgullosas de ser
una caña
un bocadillo delicioso
una mañana de sábado
en cualquier sitio.
El árbol solitario
y su sombra en la pared de tierra
en un atardecer de febrero
cuando la luz es más interesante
en esa media hora
en la que los colores parecen brillar
como magia
por un instante
lo más intenso
como una comunión
una unión
un todo
todo fluye
me siento bien
viva
útil
y fuerte.
Il n´y a pas d´amour heureux- g. brassens-
