Manos que aprenden color que aprenden sabor que aprenden maneras y buenos modales que nosotros les vamos inculcando para que encajen en una perdida y absurda sociedad donde lo que prima sobre todo es no salirse del patrón cuadrar en modo y manera... ser alguien y ganarse la vida...
lástima de libertad que se va perdiendo de naturalidad de espontaneidad de frescor de lo verdadero y de lo genuino.
Hay algo mejor que hacer en estas fechas que tumbarse sobre una pradera verde... a lo lejos un caballo un campo de cereal salpicado de amapolas una bodega excavada en la tierra arcillosa de la sobarriba comer una zanahoria despreocupadamente un cielo limpio sin mancha un par de troncos protagonistas presentes y verde, mucho verde dejar volar el pensamiento en el presente que el pasado ya no está ni nos hace falta que el futuro no existe aunque nos encante
una delicia los paseos de fin de primavera de enganche con el verano los campos llenos de verde de comienzo frescor de tarde larga interminable amigos y planes de semilla que crece salpicados en rojo sangre amapola fin de mayo.